diciembre 2009



ATC - Esquema procesamiento previo

ATC - Esquema del procesamiento de las barras de combustible gastadas en las Centrales Nucleares antes de su almacenamiento.

Greenpeace rechaza la construcción del cementerio nuclear centralizado 

Greenpeace ha mostrado su oposición a la decisión de ayer del Consejo de Ministros de “dar luz verde” a la propuesta del Ministerio de Industria de poner en marcha el proceso de construcción del cementerio nuclear centralizado (autorizando como primer paso la publicación de la convocatoria para la selección de los municipios candidatos). La organización ecologista considera que el Consejo de Ministros atenta, de este modo, contra la credibilidad de su propio anteproyecto de Ley de Economía Sostenible y de su discurso de sostenibilidad ambiental.  

La discusión acerca de ¡¡¡ Nucleares, NO!!! o de ¡¡¡ Nucleares, SI !!! no toca aquí y ni ahora. No por ello debe aplazarse sine die a nivel nacional, ya que resulta urgente abrir ese debate con toda la seriedad posible, sin dogmatismos ni prejuicios. La Economía Sostenible Nacional, el bienestar sostenible de los españoles está en juego. Ya sabemos que la opción, ¡¡¡Nucleares, NO!!! forma parte esencial del Dogma de Greenpeace. Sus argumentos (recordemos que los dogmas también se argumentan), como argumentos, son combatidos por otros argumentos, tan fundamentados o más que aquellos, a favor del ¡¡¡Nucleares, SI!!!

Pero lo que sorprende ahora es que Greenpeace, en su fundamentalismo atroz, se ciegue hasta el extremo de oponerse al almacenamiento de los residuos radiactivos de alta actividad, que ya existen y que están dispersos por la geografía nacional, en un lugar centralizado que asegure su custodia en seguridad. Entendería yo, que una vez conocido y estudiado el proyecto, Greenpeace denunciara sus debilidades, alegando contra los supuestos defectos técnicos que no acrediten la custodia segura que cabe exigir de un almacenamiento de esas características, por el bien de todos, del medio ambiente incluido.

Al oponerse, me hace más que dudar de la rectitud de sus intenciones. Me hace sospechar, incluso, en un no confesado, por inconfesable, regodeo de que “ocurra algo” en el alguno de los emplazamientos temporales actuales (las piscinas en las propias centrales), para confirmar así su carácter profético apocalíptico de cara a los papanatas de siempre. Cuanto peor mejor, suele ser la consigna de las organizaciones que viven de crear alarma, desasosiego y angustia entre la población, en general ignorante en estos temas. Porque es mucho más “eficiente” esa forma de actuar que persuadirnos para que renunciemos a la Sociedad del Bienestar, que es lo que en definitiva está en juego.

 Y para quienes no sepan de qué va realmente este asunto del ATC, hago este pequeño resumen.

 En general, se dispone de dos opciones de gestión de los residuos de alta actividad, y muy en particular los combustibles nucleares irradiados. Tras un cierto período de enfriamiento de las barras de combustible en la piscina de la propia central, se siguen alguno de estos dos procedimientos: 

  1.  “ciclo abierto”, que considera a los combustibles irradiados como residuos radiactivos para su almacenamiento o evacuación en un Almacén Geológico Profundo (AGP)
  2.  “ciclo cerrado” que considera su tratamiento o reproceso, para recuperar los materiales energéticos presentes en ellos (uranio y plutonio).

 En España, no hay una clara decisión sobre la primera; y, por diversas causas, tampoco la segunda opción se considera adecuada.

 En consecuencia, es necesario disponer de una tercera opción, aunque sea temporal, previa a cualquiera de las otras dos. Consiste en disponer de un Almacén Temporal Centralizado (ATC), es decir, que se almacenarán temporalmente y en la misma instalación y emplazamiento todos los combustibles irradiados generados en todas las centrales nucleares españolas, lo que permitirá, además de reducir costes, un control más efectivo por parte de la Administración, a través de los órganos técnicos (ENRESA) a los que se encomienda el ATC .

Para este tipo de almacenamiento pueden emplearse dos técnicas o procedimientos: en húmedo (piscinas) o en seco. ENRESA ha seleccionado la tecnología en seco mediante el almacenamiento en bóvedas. En las cámaras se almacenarán de uno o varios elementos combustibles confinados en tubos metálicos que se disponen, vertical u horizontalmente, en unas bóvedas refrigeradas por convección natural (ver animación explicativa).

 Ahora tan solo queda encontrar el emplazamiento.

Contenedor metálico para el transporte de combustible gastado

Contenedor metálico para el transporte de combustible gastado desde la piscina de la propia central al ATC.


Pase con muleta

Pase de muleta

Gonzalo Santoja
Domingo , 20-12-09 

La crisis económica, dramáticamente acentuada día a día, de la que ni siquiera se han salvado los entierros (ha caído en picado la venta de coronas, los mensajes por internet están acabando con las esquelas, los chinos se están adueñando del negocio de los féretros), también ha causado estragos en el mundo del toro, imponiendo una disminución notable en el número de festejos. No podía ser de otra forma; la crisis es para todos.  

En consecuencia, en los campos del bravo permanecen varios cientos de cinqueños sin lidiar, toros que carecen de perspectivas en la Fiesta al salirse de la edad reglamentaria. Como los ganaderos no pueden permitirse el lujo de mantener en barbecho tan crecida legión de morlacos, quimera que ecológicamente representaría un desatino al romper el equilibrio delicado de la dehesa, su destino fatal apunta hacia los mataderos. Salvo que los anti taurinos pasen de la retórica gratuita a los hechos respetables. Magnífica ocasión, sin duda, la que se les ofrece. 

(más…)


Emisiones de GEI

Fábrica de cemento en las afueras de Baokang, provincia de Hubei en China (7/12/2007).

La Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima concluyó esta tarde de sábado después de trece días de debates. Cabe preguntarse que es lo que se ha conseguido durante estas dos animadísimas semanas en las que se han congregado miles de congresistas y de activistas.

Acuerdos, pocos, por no decir ninguno. El principal logro, que no acuerdo ejecutable, de la “cumbre” es el Acuerdo de Copenhague que recoge unas pocas sugerencias y reflexiones acerca de la existencia del problema, como si a estas alturas todavía hubiera que convencer a alguien. Así, se reconoce la necesidad de hacer algo para limitar el aumento de la temperatura media del planeta a 2º C respecto a su nivel preindustrial. Pero sin entrar en ratificar acuerdos y normas de obligado cumplimiento por todas las partes que sirvan realmente para resolver el problema. La cuestión crucial de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a medio plazo (2020) se planteará en enero, pasada la resaca navideña. Los objetivos a largo plazo (2050) ni siquiera se mencionan. Para este viaje no se necesitaban tan faustuosas alforjas.

Algo si ha quedado claro de nuevo, aunque ya da hasta vergüenza recordarlo. Este mundo es insolidario hasta el tuétano, aunque sea políticamente incorrecto reconocerlo. Cada palo que aguante su vela, parece que era la consigna. Los países desarrollados, que son los responsables inequívocos del Cambio Climático, lejos de renunciar a seguir contaminando, intentan traspasar la carga de la reducción de las emisiones a los países en desarrollo. Pensaron que en Copenhague podrían convencer a los países subdesarrollados para comprarles su “derecho a contaminar” a cambio promesas de dineros miserables. La compra y venta de humo es un negocio rentable, con expectativas de futuro, que, además apacigua la mala conciencia de los países ricos mediante unas calculadas limosnas a los países desheredados de la fortuna.  Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y Sudán rechazan este planteamiento, aunque son muchos más los que lo contemplan con recelo. (Véase Declaración de países ALBA en Copenhague: ¡No hay que cambiar el clima, hay que cambiar el sistema!)

En la cumbre de Bali (diciembre 2007), se acordó una “hoja de ruta climática” que hubiera debido concluir ayer con un ambicioso tratado para reducir las emisiones. Se esperaba de esta cumbre una referencia, una inflexión no solo hacia una sociedad menos dependiente de los combustibles fósiles (el agotamiento de estos recursos así lo exige), sino mucho más, algo así como una renovada revolución verde y solidaria.  Pero el desencanto, que se fraguaba y veía venir,  ha llegado finalmente. El texto final de Dinamarca, elaborado a puertas cerradas bajo la presión del presidente de Estados Unidos, quedó sancionado a través del ardid de “tomar nota”, sin el peso jurídico de un tratado o convención internacional y con el repudio expreso de varias delegaciones. .

Todo era una gran falsa, teatro, puro teatro, a beneficio de un selecto reparto de actores, de tramoyistas, de público y autoridades invitadas,…  una opulenta claque. Y fuera, en la calle, el otro espectáculo, más villano, representado por el elenco del anticasitodo.

Mucha bambolla, mucha ostentación en la puesta en escena, mucho público invitado con los gastos pagados, muchas comidas y cenas de trabajo, para tan paupérrimos resultados. Bueno, al menos los prostíbulos de Copenhague si han hecho su agosto en diciembre. Ese honrado gremio debiera redactar la “hoja de ruta moral” para las próximas Cumbres, que haberlas, las habrá. ¡Menudo chollo!


  

María Teresa Fernández de la Vega (Vicepresidenta primera del Gobierno) y Juan Antonio Martínez Camino (Presidente de la Conferencia Episcopal Española)

 

Me sorprende que exista tanta preocupación porque la Iglesia se manifieste, de palabra o hecho, en los asuntos mundanos, incluidos los políticos. Los eclesiásticos, antes que curas son ciudadanos y, por tanto, tienen los mismos derechos que cualquier otro ciudadano, incluido el derecho a expresar libremente sus ideas. Que éstas nos parezcan buenas o malas es otro cantar.  

La “Pelopollo” (vice del gobierno) y la Pajín predican y recuerdan a la ciudadanía que la soberanía reside en el Congreso (craso error, porque reside en el pueblo) y que los curas deberían callarse, dedicarse a su ministerio espiritual y no hacer política y, sobre todo, no presionar y no asustar a los diputados católicos con la excomunión, que esa injerencia es inaceptable. La primera parte de esta admonición, por obvia, resulta inapropiada; la segunda parte, es simplemente antidemocrática y, por tanto, desatinada.  

Los curas, individual o colectivamente, están en su derecho para intervenir en la Res Publica, del mismo modo que lo hacen otros colectivos y asociaciones seglares (intelectuales, cómicos, ecologistas, universitarios, homosexuales, deportivos, vecinales, etc). Y puesto que la Iglesia tiene su Reglas de Funcionamiento Interno, está en su derecho para sancionar a los miembros de la Iglesia (curas y seglares) que no actúen conforme a ellas. A los no católicos esas sanciones no les alcanzan; a los católicosnopracticantes, esas sanciones, al ser espirituales, seguro que no les puede producir incomodidad alguna.  

(más…)


Ramón Bagó con el President José Montilla

La Bitác0ta de Azud, siempre preocupada por la seguridad de sus lectores, entre los cuales pudiera haber algún simpatatizante o  votante del PP, se complace en reproducir el siguiente artículo publicado por Alfonso Ussía en «La Razón» y que está circulando ampliamente por la Red.

ALFONSO USSÍA
3/12/2009

El empresario turístico y ex alcalde de Calella de Mar por CiU y con los votos del PP, Ramón Bagó, arrebatado de pasión catalanista, defendió en un acto público la conveniencia de matar a todos los del Partido Popular. «¡Hay que matar a todos los del PP!» Y se quedó tan ancho y tan pancho. Igual de ancho y de pancho que los representantes y portavoces políticos de Cataluña, que no han criticado ni desautorizado el deseo públicamente expresado por el señor Bagó. Como éste, condecorado con la Cruz de San Jorge, no ha especificado si hay que matar a los dirigentes, militantes o votantes del PP en Cataluña, o si su deseo se extiende también a los dirigentes, militantes y votantes del PP del resto de España —todos son todos, señor Bagó— es recomendable alertar del peligro a los ciudadanos que libre y democráticamente apoyan al Partido Popular.

(más…)

Página siguiente »