octubre 2014



La lista oficial de seres humanos (o no tan humanos) según un rabino y ministro en el gobierno israelí.

Eliyahu Michael "Eli" Ben Dahan

Eliyahu Michael «Eli» Ben Dahan

Otra escandalosa muestra del racismo extremo del judaísmo (que es tanto una política oficial del gobierno israelí como la ley judía basada en sus textos fundamentales) se encuentra en un artículo publicado en uno de los mayores periódicos israelíes, Haaretz, en un artículo, titulado “The hierarchy of the human species as told by Eli Ben Dahan” (La jerarquía de la especie humana según lo dicho por Eli Ben Dahan) que puede leerse en su totalidad en línea con una suscripción gratuita a ese periódico.

Eliyahu Michael “Eli” Ben Dahan es un rabino y un político israelí, miembro de la Knesset (Parlamento de Israel). Ocupa en la actualidad el cargo de ministro de Asuntos Religiosos

En la entrevista al ministro Ben Dahan, se le pregunta acerca de la relación entre homosexualidad y judaísmo y si esto afecta a la “naturaleza judía de Israel”. En su respuesta pasa a exponer la particular jerarquía de los seres humanos, según la ley judía, de la siguiente manera:

  1. Hombres judíos que tienen relaciones sexuales con mujeres judías.
  2. Judíos bastardos.
  3. Mujeres judías que mantienen relaciones sexuales con hombres judíos o con EL Santo, bendito sea.
  4. Hombres judíos que tienen relaciones sexuales con mujeres no-judías.
  5. Hombres homosexuales judíos que tienen relaciones sexuales con hombres judíos.
  6. Lesbianas judías que tienen relaciones sexuales con mujeres judías.
  7. Hombres homosexuales judíos que tienen relaciones sexuales con hombre no-judíos hombres.
  8. Lesbianas judías que tienen relaciones sexuales con mujeres no–judíos.
  9. Goyim machos
  10. Goyim hembras

Obsérvese cómo el rabino usa los términos “hombre” y “mujer” al hablar de sus congéneres judíos; pero utiliza los términos “macho” y “hembra” al hablar de los no-judíos, términos apropiados para los animales. Además,  goyim (plural de goy) es un término peyorativo para designar a las personas no-judías, los “gentiles”. Téngase también en cuenta el hecho de que por debajo de la categoría “goyim”, aparte del manifiesto machismo, ya no hay necesidad, ni razón, para considerar subcategorías, como en el caso de la raza superior, los judíos.

¿Se imaginan por un segundo si cualquier otro pueblo o nación en la tierra crearan una lista de este tipo y clasificasen a los judíos como lo peor de lo peor? Imagínense si Irán creara una lista en la que se clasificara a los judíos por debajo de los homosexuales musulmanes. El lobby judío en Estados Unidos llamaría a la guerra contra Irán…

El otro factor importante a considerar en este sentido es que esta clasificación de los seres humanos no es tan sólo una agresiva invención israelí (o sionista), sino que está basada en la Halajá, la ley judía, tal como figura en los libros “sagrados” judíos. Por lo tanto, está presente en todas las comunidades religiosas judías de todo el mundo y ofrece una fascinante, aunque horrible, idea de cómo los judíos supremacistas ven a todos los gentiles, en todas las naciones.

El hecho tiene además una gravedad añadida porque no se trata de un caso aislado, sino de una tendencia general en el rabinato y en círculos sionistas. Sin olvidarnos del elocuente dato de que este rabino sea un miembro destacado del Gobierno de Israel.

¿Qué dirá al respecto el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Isaac Querub? ¿Cree que las manifestaciones de Eli Ben Dahan tienen vigencia en el contexto de las relaciones entre el judaísmo y el resto de confesiones existentes en Israel o, por el contrario, son un “residuo de épocas afortunadamente ya periclitadas”? ¿Utilizará contra el citado rabino la misma contundencia que la empleada para acusar a un sacerdote español, que actúa por libre y sin ninguna relevancia política, de incitar “al odio, al racismo, a la xenofobia, al antisemitismo y por supuesto a la convivencia entre diferentes culturas o religiones en España”? ¿Acudirá a los órganos jurisdiccionales para denunciar esta clara exaltación del supremacismo judío?


La Orquesta de Córdoba acompaña la actuación de Cantores de Híspalis, el domingo, en una abarrotada plaza de las Tendillas. - Foto de Francisco González.

La Orquesta de Córdoba acompaña la actuación de Cantores de Híspalis, el domingo, en una abarrotada plaza de las Tendillas. – Foto de Francisco González.

La Cultura – así con mayúsculas – es un bien cuya rentabilidad no ha sido nunca, ni será, a corto plazo, sino a largo plazo. Bien sé que el largo plazo no interesa a los políticos, que establecen su agenda y prioridades a un plazo cortísimo, no más allá de las siguientes elecciones que les perpetuarán en sus sinecuras y privilegios. Entonces sí que tratan de cubrir – o que parezca que cubren o de que al menos hay voluntad de hacerlo – las demandas más populacheras que emanan de un cuerpo electoral que bien cuidan ellos que sea cuanto más inculto mejor, esto es aborregado, por ser más fácil de conducir a los rediles que ellos disponen. En esto son iguales PP-PSOE-IU, por solo citar los más representativos en nuestra “Yunta” de Andalucía.

La Cultura – así con mayúsculas – incluye muchas etapas y facetas. Desde la formación preescolar y primaria a la universitaria, completadas, como no,  por el libro, el teatro, el cine, la danza, la lírica,  los museos, coloquios y conferencias, los cursos de extensión cultural, … y la MÚSICA – así con mayúsculas – de obras con un contenido que enriquezca el espíritu en lugar de embrutecerlo.

Nadie en su sano juicio puede dudar que la Cultura sea una inversión de futuro. Que un niño aprenda a leer y escribir,… y después muchas cosas más, es lo que nos diferencia de otros países con altas tasas de analfabetismo integral. Pero el analfabetismo funcional –  tan frecuente en nuestra sociedad pretendidamente avanzada – también es una lacra social.

La Cultura no es gratuita. Los países avanzados la cuidan y miman, costeando (con los impuestos de sus ciudadanos) la enseñanza en todos sus niveles: totalmente la enseñanza obligatoria y en gran parte la universitaria. Lo mismo ocurre con la Sanidad y con la Justicia. Educación, Sanidad y Justicia son los pilares básicos de las sociedades avanzadas, de la sociedad del bienestar. Ahora, con la crisis financiera, los recortes están afectando a esos tres pilares.

Pero volvamos a la Música – así con mayúsculas. Una Orquesta Sinfónica no es barata. Si tuviese que autofinanciarse con su recaudación en taquilla, el precio de las localidades sería totalmente inasequible incluso para los superricos (que son los que no suelen asistir a los conciertos). Esto que digo es verdad aquí, para nuestra modesta (por el tamaño) y excelente (por su calidad y profesionalidad) Orquesta de Córdoba, como para la gran Orquesta Filarmónica de Berlín (BPO) que es un referente mundial.

Los cordobitas peroleros que dicen “no con mis impuestos”, en lo que atañe a la Orquesta, deberían pensar – si no han llegado aún a un nivel de embrutecimiento que les bloque esa actividad – que eso mismo podrían decir de la Educación, la Sanidad, la Justicia,… y afirmar que quien quiera Educación, Sanidad,… que se la pague íntegramente.

La Junta tiene el deber de mantener esas cuatro Orquestas Andaluzas, aunque sea a expensas de reducir o incluso suprimir gastos en otros capítulos de dudosa utilidad. Estoy pensando que con los 426 millones de euros destinados a la promoción de la bicicleta e infraestructuras para la misma (carrilesbici, acerasbicis, senderosbicis,…) bien podrían financiarse decentemente todas las Orquestas Andaluzas durante unos 25 años. Si añadimos a ello la supresión de un ente propagandístico de partido, como es la RTVA, cuyo importe anual desconozco, pero que no debe ser poco, entonces nuestras Orquestas Andaluzas, no ya solamente las cuatro actualmente existentes, sino al menos una por provincia, estarían a un nivel que no tendría nada que envidiar al de la BPO.

Y no sigo dando ideas porque ya me he extendido demasiado.

Comentarios publicado en Diario Córdoba:

La Junta dice que las orquestas cuestan más que sus 16 museos.

¿Cree que mantener la Orquesta debe ser algo irrenunciable para Córdoba?