Adaptación cordobesa de un comentario a un artículo publicado aquí.

Los problemas que crean los carriles-bici son muy variados. Ahora destacaremos tan solo dos de ellos:

  • Ha atacado un bien cada vez más escaso: el aparcamiento al aire libre.
  • Está demonizando a un colectivo cada vez más atacado y acosado: los conductores.

A todos estos ciclistas radicales me gustaría verlos ir a su trabajo en bici  desde El Higuerón, Villarrubia, El Muriano,…

Y ahora alguien saldrá con: «pues combina el cercanías o el autobús con la bici«. Pues bien, si eso hiciera ocurría que:

  • Dependería de los horarios del transporte público interurbano/urbano (si se me pegan las sábanas 10 minutos, no llegaría 10 minutos tarde, sino más de 1 hora, por que habría perdido las conexiones).
  • Tardaría el el triple o más en llegar a mi trabajo (1h 30min, en vez de 20-25 min).
  • Me saldría más caro (6€, en vez de 3€, ida y vuelta).
  • Llegaría sudando a la empresa, después de haber salido de casa recién duchado.
  • Tendría que tener ropa limpia en la empresa (la vestimenta que observo en los ciclistas no es la adecuada para mi trabajo).
  • No tendría dónde dejar la bici con seguridad de que no me la roben ( y no es precisamente barata).
  • Al salir del trabajo, no podría echar una simple cerveza con los amigos,  ni pasar a ver a mi madre (el último tren de vuelta sale a las 22 y pico, y el autobús a las 23), y un largo etcétera.
  • Y podría seguir la lista, hablando de problemas de espalda o tendencia a coger un par de faringitis y gripes por año.

Peeero…., parece que el «gordocabrón» tiene solución para todo: si no usamos el transporte público por que el privado aún tiene ventaja, invirtamos la situación ¿Cómo? ¿Mejorando el transporte público? Nooo, eso sería caro y difícil.

Es mucho más fácil putear el transporte privado hasta que reviente y, además, sacar unas perras extras:

  • Convirtamos todo el aparcamiento libre en superficie (que YA hemos pagado con el impuesto del vehículo) en una fuente de ingresos extras: la Zona Azul
    • ¿Y la gente que trabaje en el centro todo el día?
    • Bah, que se las avíen. Total, por 0,60 euros/h y tener que salir a picar cada 2 horas, tampoco es para tanto.
  • Para conformar a todo el mundo enterremos el problema: aparcamientos subterráneos… al módico precio de 1,20 euros/hora…
    • Señor alcalde: me paso 9 horas al día como mínimo en mi lugar de trabajo ¿Sabe usted multiplicar? ¿Y restar? Lo digo porque soy mileurista (y autónomo, hay que joderse).
  • Cortemos accesos al centro de la Ciudad.
    • Genial, eso multiplica los ingresos de lo anteriormente mencionado.
  • Peatonalicemos a tutiplén para que sea imposible llegar a cualquier parte del centro si no es a pata.
  • Y si aún queda algún aparcamiento sin Zona Azul, dejemos que los gorrillas (esos que te arrancan un espejo si no pagas) devoren lo que queda de los conductores mientras la policía mira y ríe (y pone multas, eso sí).

Por no mencionar propuestas-disparate como la de  ¡Peaje para circular por el centro!.

Somos el demonio para los alcaldes (que van en cochazo oficial a todos lados), somos el demonio para los ciclistas, somos el demonio para los peatones, y aún a diario tengo que soportar escarnio público porque estar en contra de los carriles-bici es políticamente incorrecto, y en esta sociedad tan plural y democrática que tenemos, si dices algo políticamente incorrecto, vas a la hoguera.

Pues nada, señores ciclistas, siempre pensé que había sitio para todos en esta puñetera ciudad, pero dado que ustedes lo han convertido en una guerra, con cruzada incluida, de peatones y ciclistas contra conductores, nosotros tendremos que defendernos de algún modo. Y ya que a nosotros no nos defiende ningún alcalde megalómano, al menos nos queda las «Redes Sociales» para expresarnos libremente, aunque sea políticamente incorrecto.