Por fin parece que algo se mueve, esperemos que para mejorar, para poner coto a los desmanes de los gamberros que circulan en bicicleta por las aceras y demás espacios peatonales de Córdoba.

El Diario Córdoba publica hoy, domingo 19 de enero de 2014, el siguiente artículo:

El Ayuntamiento creará una normativa específica para ciclistas y peatones

 en el que reconoce, entre otras infracciones cometidas por los gamberros en bicicleta, …

INFRACCIONES. Según la normativa actual, los ciclistas deben circular por la calzada y por los carriles bici, si los hay, y no por las aceras, donde entorpecen el paso de los peatones. Según el último informe de la Cátedra Española de Seguridad Vial y Movilidad, esta es una de las infracciones que más comunmente cometen los ciclistas cordobeses. Este documento, que vio la luz el pasado mes de diciembre, señala que el Ayuntamiento de Córdoba es uno de los más «permisivos» con los ciclistas, una conclusión derivada «exclusivamente de la observación», según señala Manuel Balado, presidente de esta institución, a la que llega regularmente información «fundamentada» de los colaboradores de este organismo «que no solo afectan a los ciclistas sino a los peatones, sobre todo en zonas como el casco antiguo, donde las aceras son muy estrechas», continúa Balado, que explica que Córdoba es objeto de estudio en este sentido porque «es una ciudad muy importante que goza de la clasificación más alta de la Unesco».

Una joven transita en bicicleta por la céntrica calle Gondomar, entre numerosos peatones.

Una joven transita en bicicleta por la céntrica calle Gondomar, entre numerosos peatones.

En el mismo ejemplar del Diario Córdoba, el Coordinador de la Plataforma Carril Bici de Córdoba publica la postura de su PCBC en relación con este asunto: En bici, por el respeto peatonal.

El espacio natural para la circulación ciclista debe ser la calzada. Las aceras y zonas peatonales deben ser espacios de uso exclusivo para quienes van andando.

Finalmente deseamos que quede absolutamente clara nuestra postura en contra de quienes van por las aceras en bici sorteando personas y con una falta total de respeto. Peatones y usuarios de la bicicleta debemos formar un frente común en favor de los modos de desplazamiento saludables y sostenibles que favorecen la calidad de vida de la ciudad de Córdoba.

Aunque con algunas reticencias, ya que

 Si, excepcionalmente, una persona en bici hiciera uso del espacio peatonal, deberá respetar la absoluta prioridad del peatón. Su marcha se adecuará a la amplitud de ese espacio y a la densidad de personas. Y, antes de suponer el menor riesgo, deberá bajarse de la bici y seguir a pie.

lo que, traducido a nuestra peculiar tradición de tergiversar las leyes, normas, reglas, ect., para adaptarlas a nuestra conveniencia, se traduce en que cada uno haga lo que quiera, que «aquí no pasa ná». A pesar de ello, parece que vamos por el buen camino para resolver el conflicto peatón-ciclista.

Redundando sobre el mismo asunto, el Coordinador técnico de la Red de Ciudades que Caminan hace pública la postura de su Red: Las aceras deben ser para los peatones

Es necesario considerar a la bicicleta como lo que es, un vehículo que debe circular con normalidad en la calzada, y que debe potenciarse con carriles bici a distinto nivel de acera, clases de educación vial para ciclistas, calles con velocidad 30, contracarriles y permisos puntuales para circular en determinadas áreas peatonales en las que se indiquen y se cumplan las limitaciones horarias, una velocidad reducida y la prioridad absoluta de los viandantes.

Reaparece la alusión al uso ¿puntual? (¿excepcional?) de las áreas peatonales (¿aceras?)… a lo que tan solo puedo añadir mis mismos recelos que antes.

Por contra, la Asociación Peatonal A PATA, en boca de su bocazas (que no portavoz) oficial, ni tan siquiera se atreve a pronunciarse sobre el asunto, sino que, según nos tiene acostumbrados, echa la pelota fuera del campo para ganar tiempo (ya que lo han pillado con la guardia floja) y afirma que A Pata dice que el reglamento debe ir precedido de un debate (con él, por supuesto). Queda muy claro que esta Asociación no representa en absoluto a los peatones, sino a unos intereses espurios enfrentados a los de estos. Va siendo hora de pedir la dimisión de sus actuales dirigentes por impostores y vendidos al ciclismo talibán.

En cualquir caso, los gamberros en bicicleta no tienen excusa ninguna para INVADIR los espacios peatonales, ni tan siquiera la no existencia de sus anhelados carrilitos de colorines para bicicletas, pues incluso cuando los hay (Gran Vía Parque, Arroyo del Moro, Escultor Fdez . Barba, etc.) se montan en las aceras (la cabra siempre tira al monte). Hasta por los pasillos de Carrefour me he encontrado a estos gamberros chulescos, ¡inaudito!, sin que nadie (seguratas incluidos) les llame la atención. ¡Es una vergüenza que eso ocurra en una ciudad que aspiró a la Capitalidad Cultural! Y no me vengan los talibanes cicleatones con las monsergas y milongas del “europedismo”; gamberros los hay aquí y en Holanda. La admiración exaltada y entregada a los usos y malas prácticas de allede los Pirineos es cosa de paletos y catetos deslumbrados por los anuncios de neón de la gran ciudad.

No existe en Córdoba ninguna Asociación o Plataforma que defienda los derechos de los peatones, pues, aunque existe un tingladillo que se autodenomina Asociación Peatonal a Pata, sus promotores cordobeses están compinchados con el lobby cordobés de los gamberros en bicicleta y defienden, incluso, que peatones y ciclistas «compartan» los mismos espacios. O sea, que de defensa de los derechos peatonales, nada de nada.

Va siendo hora de que los peatones nos organicemos en una plataforma que defienda sin tapujos ni cortapisas nuestros derechos como tales a circular, sin ring-rings ni sobresaltos, por las aceras y demás zonas peatonales, incluidos los pasos de peatones. De no ser así, estos gamberros en bicicleta seguirán campando a sus anchas, pues los politicuchos que padecemos a todos los niveles parece que se olvidan de nuestros derechos para no buscarse problemas con el poderosos lobby ciclista. Los peatones somos muchos más que los ciclistas; todos somos peatones. Así que podemos ejercer más presión que ellos ante las autoridades. Entonces, ¿por qué nos dejamos intimidar?

Y ruego a los verdaderos y buenos ciclistas, que haberlos haylos, que ni se molesten ni se den por aludidos por el contenido de este artículo, sino que, por el contrario, influyan sobre los gamberros para que depongan su actitud incívica y ante las autoridades para conseguir una Córdoba para los Ciudadanos.